Es curioso sentirse tan pequeña, cuando das nuevos pasos y empiezas nuevos ciclos. Estar asustada. Lanzarte a la calle, ser "grande".
Y resulta que todas las cosas que aprendiste por casi dieciocho años, no sirven tanto como creías, lo madura que te hicieron sentir en su momento...
es una bobada en el presente.
Resulta que me siento confusa e insatisfecha con la burbuja en la que viví. Y me urge probar cosas nuevas, aunque tampoco me llama lanzarme de un salto al vacío. Porque al recorrer las calles sola te das cuenta realmente lo que era ser una chica de colegio católico, de falda a la rodilla e insignia.
Porque aunque solia sentirme inadaptada, resulta que soy normal dentro de todo. Y que soy una niña, lo que me gusta.